A través de kaizen, las personas pueden participar directamente en el proceso de mejora. Pero sin una clara responsabilidad y seguimiento por parte del manager, éste se quedará solo con las consecuencias de los cambios introducidos.
Cambio para mejor, autosacrificio, mejora continua. El arte de Kaizen tiene muchas interpretaciones. Pero, ¿y si es más simple que cualquiera de ésas? Cada vez que discutimos lean con nuestros amigos japoneses, siempre quedan fascinados por nuestras elaboradas interpretaciones de las palabras y los conceptos. Por ejemplo, ¿sabía que los caracteres kanji de la palabra kanban se traducen como "mirar de cerca el panel de madera"? ¿O que kai en kaizen se traduce como “azotarse a uno mismo”? “Muy interesante” y “muy inteligente, demasiado inteligente para mí” son bromas comunes que escuchamos cuando nos dirigimos al fondo de la cuestión de pensar demasiado y analizar demasiado lo que no entendemos. Somos tan culpables como cualquier otra persona aquí, por lo que no nos culpamos: todos estamos tratando de resolver este problema. Entonces, ¿qué pasa si damos un paso atrás y repensamos la situación?
¿Cuál es el elemento único de kaizen que lo separa de otras metodologías y conceptos de mejora?
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