Un equipo aprende lo que importa cuando se trata de resolver problemas utilizando prácticas y pensamientos lean.
Convertirse en una empresa lean no es fácil. Incluso individualmente, pensar consistentemente en Lean, especialmente en la práctica, no es fácil. Afortunadamente, nuestros antepasados nos han brindado modelos como la casa TPS y varios modelos para la transformación lean a los que podemos regresar cuando las cosas van mal. Recientemente, necesitaba hacer precisamente eso.
Estaba en una llamada con un equipo ejecutivo. Fue un año más o menos en el lanzamiento de una nueva línea de negocio con un modelo innovador para su sector (sanidad). Como pequeña empresa, el ambicioso esfuerzo requería que su personal estuviera completamente comprometido, contribuyendo con todos sus talentos e ideas. Los ejecutivos plantearon la hipótesis de que una transformación lean permitiría esto. En la llamada, sin embargo, uno de los ejecutivos estaba exasperado por cómo iban las cosas.
“Todos estamos de acuerdo en que la capacidad de resolución de problemas es de vital importancia. Hemos estado construyéndola, supongo, durante más de un año. Hemos estado haciendo muchas cosas de todos modos. Sin embargo, parece que hacemos todo menos resolver problemas. ¿Alguien puede decirme el último problema que resolvimos? ¿En serio?"
Silencio.
Finalmente, otro ejecutivo respondió. “Mira, la mentalidad de nuestro equipo está cambiando. Los KPI que hemos establecido ... las reuniones diarias que hemos organizado ... ¡el equipo habla sobre el rendimiento y los problemas todos los días!
“Exactamente”, espetó el primer ejecutivo. “Hablamos de problemas. Simplemente no los resolvemos”.
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